martes, 20 de enero de 2009

Lázaro...

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...levántate y anda! Y se levantó y andó. Anduvo, gilipollas. Bueno, al principio sí que andó un poco gilipollas, pero luego ya se puso bien.
Ja, ja, ja.

Eso es lo que me gustaría decirle a mi gato. Pero sería una putada porque, aparte de resucitar (que debe ser un putadón cojonudo), tendría que bajar desde la sierra hasta nuestra casa, que vienen a ser unos 42 kilómetros. Mucho me parece para un gato podrido.

Tenía un estupendo plan para convertirme en catwoman después de muerta, pero no contaba con que mi gato palmase antes que yo. Tendré que inventar otra cosa. Quizá tenga que empezar a recoger gatos de la calle hasta que me convierta en Eleanor Abernathy. La vieja loca de los gatos, en vez de la heroína sessy. Y yo preocupada por haberme enganchado al feisbuk...

Como no puedo resucitar a mi gato, he pensado que resucitaré mi blog. Mis animales virtuales, Ufe y Alperce, se han alegrado de verme. Yo también, los echaba de menos; echaba de menos esto, pero no me salía. A ver si consigo cogerle el ritmo otra vez, ya tenía ganas de levantarme y andar por aquí.

Gracias a John Trombón por darme el último empujoncito.
Qué movida.

5 comentarios:

John Trombón dijo...

…sssiiiiiiií

Miss Misi dijo...

Gracias.
:-)

Anónimo dijo...

Me parece bien que te pongas las pilas y tras el tiempo de duelo sigas con tu vida. Creo que los animales, al igual que las personas, solo mueren realmente cuando nos olvidamos de ellos, aún ya no los veamos a nuestro lado, sin embargo, quien sabe... lo mismo siguen estando.

Miss Misi dijo...

Ah, a mí me encantaría que mi gato pasara de vez en cuando por casa, pero como tengo esa mala suerte con los visitantes del más allá y no quieren venir a verme, me temo que me quedaré con las ganas de atisbarle por el rabillo del ojo.

Sólo me queda conservarlo en mi recuerdo y en mis fotos...

Gracias,
Miss Misi.

Anónimo dijo...
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